Club Político Argentino

Documento en conmemoración de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

Martes 5 de diciembre de 2023

Por decisión de Raúl Alfonsín, primer presidente de la democracia recuperada, desde hace cuarenta años, la transmisión de mando se realiza los 10 de diciembre.  La fecha tuvo y tiene una gran significación ya que ese día se conmemora la aprobación, en 1948, de la Declaración Universal de los Derechos  Humanos.

Aquella decisión marcó un hito de gran trascendencia: la Argentina se disponía, no solo a restaurar el sistema representativo de gobierno, sino a cancelar definitivamente una etapa negra de su historia, signada por las mayores violaciones a la vida y la dignidad de las personas desde su creación como nación soberana. De modo que, aquel hecho simbólico, se convirtió en una determinación de carácter institucional y político.

Desde entonces, nuestro país no solamente vota regularmente, sino que ha podido, incluso, superar sus recurrentes crisis institucionales en el marco de la Constitución y de las leyes. Aunque muchos son los vicios que se arrastran -en el que la corrupción marca sin duda una de sus mayores lacras- la república se ha preservado.

Cuando se inicia un nuevo período de gobierno, con la asunción, el próximo domingo, de Javier Milei como presidente de la Nación, el Club Político Argentino, manifiesta su compromiso ineludible con la defensa de aquellos valores nacidos en 1983. Consciente de la enormes deudas que la democracia tiene para con sus ciudadanos, consecuencia de la profunda crisis económico-social que ha deteriorado la vida, sobre todo en los sectores más vulnerables de la población, el CPA hace un llamado urgente a deponer las mezquindades sectoriales para encontrar, mediante consensos mínimos pactados, una salida digna que vuelva a poner en el centro de las preocupaciones la recuperación de la dignidad, el bienestar y el progreso de sus habitantes.

La democracia es, sin dudas, el mejor de los sistemas posibles. A cuarenta años de su restablecimiento, lograr que el pueblo argentino encuentre su senda de progreso y equidad, es la gran tarea que falta concretar. Ningún gobierno podrá resolver este drama si no se intentan nuevos caminos. Un gran consenso nacional, el cumplimiento de la ley, el saneamiento de la ética y la moral pública, el funcionamiento pleno a la división de poderes y el irrestricto respeto a los derechos humanos son los pilares básicos que debemos consolidar y profundizar.