Club Político Argentino

El Club Político Argentino se pronuncia sobre el momento político actual

Sábado 20 de enero de 2024

 Una mayoría electoral, exhausta por años de frustración, empobrecimiento y decadencia, decidió, en elecciones libres, iniciar una nueva etapa en la historia de la democracia recuperada en 1983. El Club Político Argentino, integrado por ciudadanos de diversas corrientes políticas y sectores sociales, cree necesario, por la acelerada dinámica de los acontecimientos, pronunciarse sobre cuestiones que nos preocupan en el inicio de esta nueva gestión gubernamental:

● Argentina atraviesa una crisis profunda. Sin embargo, se escuchan a diario, en todos los bandos, discursos divisivos, que caen en el facilismo de designar culpables, siempre “los otros”. Para muchos, ahora o desde hace años, la búsqueda de acuerdos manifiesta debilidad política o vergonzosa transigencia. Así llegamos a esta crisis, tras décadas de incapacidad para generar acuerdos políticos que compartan visiones de futuro. Seamos sinceros. Cada uno, antes o ahora, mayoría u oposición, creyó ser dueño de las respuestas y de cómo debíamos pensar. Nos acostumbramos a la intolerancia y con ella hemos fracasado.

● Tenemos una oportunidad más. Podemos salir de esta gravísima crisis mediante un nuevo pacto, una nueva cultura política: no es mejor el que descalifica, sino quienes tienden puentes, escuchan, dialogan, integran y comparten criterios, construyen.

● Se debaten hoy el DNU, la ley Ómnibus. Unos buscan su aprobación cuanto antes, otros que no se apliquen nunca. El resultado de las medidas cautelares será binario: declararán o no la constitucionalidad del DNU o de partes del proyecto de ley. La decisión judicial, las que fueren, no excusan la responsabilidad conjunta del gobierno y del parlamento de resolver, cuanto antes y en profundidad, el conjunto de los problemas planteados. Si cada cual se abroquelara de nuevo en su posición intransigente, la crisis empeoraría.

● Nuestra Constitución vela por la separación de los poderes y los hace corresponsables de cumplir los fines de la Constitución. Ahora bien, sin diálogo, sin entendimiento entre los tres pilares del Estado, sería imposible “consolidar la paz interior”, “promover el interés general”. Cuando la Constitución regula los DNU no hace más que propender a que, aún en circunstancias excepcionales, haya interacción fecunda entre el Ejecutivo y el Legislativo. ¿Se han usado en el pasado los DNU como imposición de mayorías? Seguramente. El resultado está a la vista: crisis de representación política, sociedad desahuciada y empobrecimiento general.

● El espíritu y toda la estructura de la Constitución plantea un equilibrio dinámico constante entre los poderes. Se necesitan mutuamente. Por ello el pedido al Congreso de delegación de las facultades legislativas en el Poder Ejecutivo debe ser una medida excepcional, claramente fundada y temporaria.  

● La Justicia dirimirá entre las interpretaciones en juego sobre el DNU y las normas. Pero el Club Político no puede dejar de señalar, al gobierno y a todos los representantes parlamentarios, que la norma constitucional sirve a un fin, que es el diálogo inteligente entre los poderes para resolver los problemas de los ciudadanos, los mandantes. El apego a la letra, y mucho más al espíritu de la ley, serán la garantía de que los cambios que la hora exige sean duraderos en el tiempo, que cuenten con el aval necesario de las mayorías argentinas. El CPA impulsó, desde su creación, el diálogo democrático y la búsqueda de los acuerdos mínimos para afrontar la crisis endémica que padece el país. La Constitución es nuestro pacto de convivencia. Si no está guiado por el respeto del otro y por la construcción conjunta de futuro, perderá su alma, su razón de ser. El respeto a la Constitución no se resuelve sólo en los tribunales. La sociedad argentina tiene la necesidad y urgencia de que el gobierno y el Parlamento abandonen toda imposición o destrato mutuo, e inicien un diálogo inteligente y profundo, de construcción conjunta. La Patria lo demanda.